CEREALES INTEGRALES, VERDURAS Y PROTEÍNAS

Los cereales forman parte de la mayoría de las comidas del día, en forma de pan (tostadas, biscotes, galletas…) en el desayuno o pasta o arroz y también pan en las comidas.

Su consumo es necesario, pero al ser una gran fuente de hidratos de carbono aumentan los niveles de glucosa en sangre. No obstante, el efecto de los cereales sobre los niveles de glucosa en sangre es muy diferente si son refinados o enteros (integrales). Los cereales integrales son ricos en fibra y nutrientes, causando un aumento de los niveles de glucosa en sangre mucho más lento que los cereales que han sido refinados. Por tanto, se recomienda elegir las versiones integrales de los cereales.

Igualmente, se puede alternar los cereales de las comidas con las legumbres. Se trata de un tipo de alimento de gran riqueza nutricional, rico en fibra, vitaminas y minerales, que eleva los niveles de glucosa en sangre de forma lenta y progresiva después de las comidas.

Los alimentos ricos en fibra como las verduras y hortalizas reducen la velocidad con la que el azúcar de los alimentos pasa a la sangre. Con ello se consigue reducir ligeramente los niveles de glucemia después de las comidas. Incluir un entrante en forma de ensalada, verdura cocida o crema de verduras, combinar los cereales siempre con vegetales o incluir un acompañamiento vegetal para el segundo plato es imprescindible para llevar una alimentación sana y equilibrada.

Las proteínas son necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Se pueden obtener de alimentos de origen animal como carnes, pescados y mariscos, huevos o lácteos, así como de alimentos de origen vegetal, como las legumbres o los frutos secos.

Se recomienda incluir en la alimentación una mayor proporción de pescados (incluyendo pescado azul) que de carne. Dentro de las carnes, además, se debe dar prioridad a las carnes blancas y reducir la frecuencia de consumo de carnes rojas, especialmente de aquellas procesadas como hamburguesas o salchichas ya que contienen grasas saturadas y sal en cantidades poco recomendables para las personas con diabetes.

Por otro lado, es conveniente que una parte importante de las proteínas diarias provengan de alimentos vegetales, lo cual se consigue con un consumo habitual de legumbres y frutos secos entre otros alimentos.

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