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El potencial inexplotado de las pruebas con biomarcadores en Oncología

Lilly España  | 4 de Diciembre de 2020

El post actual es una firma originalmente publicada en LillyPad.eu. Su autor es el Dr. Denis Horgan, director ejecutivo de European Alliance for Personalised Medicine y Redactor-Jefe de Public Health Genomics.


Europa está perdiendo importantes oportunidades para ayudar a los pacientes con cáncer y otras enfermedades graves. Los rápidos y continuos avances en las pruebas de biomarcadores no se corresponden con la velocidad a la que son adoptados en los sistemas de salud, y esto está obstaculizando tanto la atención al paciente, como la innovación. También se corre el riesgo de costarle a los sistemas de salud, la oportunidad de hacer que sus servicios sean más eficientes y, con el tiempo, más económicos.

El potencial, que la genómica ha aportado a las pruebas de biomarcadores en el diagnóstico, la predicción y la investigación, se está materializando en muchos tumores, pero también, en una variedad cada vez más amplia de enfermedades. Pero este desarrollo se ve obstaculizado por la deficiencia de los datos, la falta de alineación de las políticas con los estándares establecidos, la aprobación (en particular, la falta de evidencia en la práctica real en el proceso de aprobación), y el reembolso.

La naturaleza aguda del problema se ilustra de manera convincente en los desafíos a los que se enfrenta el desarrollo y uso de terapias agnósticas frente al tipo de tumor. Aquí, la falta de experiencia para aprovechar este enfoque innovador de las terapias contra el cáncer queda claramente expuesta.

Europa ya debería tener una garantía de acceso universal a un conjunto mínimo de pruebas de biomarcadores. También deberíamos planificar un escenario óptimo con una amplia gama de biomarcadores integrados en un sistema de salud más sofisticado en torno a la medicina personalizada. Mejorar la asistencia sanitaria y, obtener ventajas para la competitividad industrial e innovación en Europa, requiere un marco político adecuado, comenzando con una actualización de las recomendaciones obsoletas.

Disparidad y necesidad de actuar

La incertidumbre en torno al acceso, la financiación y la adopción de biomarcadores basados en diagnósticos moleculares, tiene una influencia directa y negativa en las decisiones de inversión, lo que dificulta aún más el progreso y la integración de la innovación, como se establece en nuestra publicación reciente. Los diagnósticos representan menos del 2% del gasto sanitario total, pero influyen en el 60% de la toma de decisiones clínicas. La política actual en Europa, especialmente en lo que respecta al reembolso, no tiene esto en cuenta y necesita una actualización urgente.

No es solo la pandemia por coronavirus la que ha dado un nuevo protagonismo y un impulso adicional a las políticas de salud de la UE. La UE ya era consciente del doble peligro de que los servicios de salud subóptimos se volvieran insostenibles frente al cambio demográfico y las enfermedades crónicas, y por tanto saliéramos perdiendo a nivel mundial en innovación científica, de la que depende en gran medida su prosperidad.

La colaboración es la clave del éxito

Las señales recientes podrían justificar la cautela en las esperanzas de mejora en el entorno. Ha habido demostraciones de un amplio apoyo a iniciativas de la UE, como el Plan Beating Cancer o Cancer Mission, y la iniciativa 1 Million Genome (a la que se han adherido 23 países europeos) en el marco más amplio del espacio sanitario de la UE. Además, las instituciones de la UE han realizado numerosas declaraciones, antes y durante la crisis del coronavirus, que sugieren un creciente reconocimiento de la necesidad de innovar tanto a nivel de los responsables políticos como de la comunidad sanitaria. La atención renovada a las disparidades en la atención y el acceso del cáncer en Europa está impulsando nuevas evaluaciones de los obstáculos y nuevas búsquedas de soluciones y, promoviendo una mayor red y colaboración entre las instituciones del cáncer.

Pero nada sucederá por accidente. Un cambio constructivo en el contexto de la atención médica podría garantizar un mejor uso de las nuevas tecnologías en las pruebas, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, mediante el desarrollo y uso de biomarcadores y los tratamientos avanzados, como la medicina personalizada, que lo faciliten. Pero esto solo será el resultado de un debate eficaz entre todas las partes interesadas y de un acuerdo sobre las recomendaciones de carácter técnico y político, que darán como resultado un mejor abordaje de los pacientes y un enfoque más sostenible de la atención médica.