Recomendaciones para la pérdida de peso

La pérdida de peso es una de las circunstancias más habituales durante el tratamiento del cáncer. Puede darse por diferentes situaciones como la propia enfermedad o los diferentes efectos del tratamiento, ya que pueden afectar tanto la capacidad para comer, como de incorporar algunos alimentos y hasta incluso, la capacidad de absorber algunos nutrientes.

Perder peso a menudo se asocia también con la pérdida de apetito, uno de los síntomas más habituales durante el cáncer, pudiendo aparecer al principio de la enfermedad, antes de iniciar el tratamiento o como efecto secundario del mismo. A veces puede mantenerse una vez finalizado el tratamiento.

Aunque la pérdida de peso puede no ser consecuencia exclusiva de la pérdida de apetito, muchos de los consejos y recomendaciones para afrontarlas son comunes y pueden ser útiles en ambas situaciones.

Algunas de las recomendaciones de carácter general a tener en cuenta son:

• Procurar que la comida no desprenda olores o sabores fuertes.

• Intentar mantenerse retirado de la zona donde se cocina, y pedir ayuda para cocinar a familiares y amigos.

• Dedicar el tiempo que haga falta para comer y hacerlo en un ambiente tranquilo y relajado.

• Procurar comer en compañía.

Comer lentamente y masticar bien todos los alimentos.

Cuidar la presentación de los platos con variedad de colores, texturas y olores.

• Utilizar platos grandes puede ser una buena estrategia para tener la sensación de que hay menos cantidad de comida y facilitar la ingesta.

Caminar unos minutos antes de las comidas, puede ayudar a estimular el hambre.

• Es importante que se mantenga una buena higiene bucal para evitar gustos no deseados que se puedan relacionar posteriormente con determinados alimentos.

El libro de recetas para el día a día

Consejos de alimentación en situaciones especiales en cáncer de mama